martes, 14 de junio de 2011

Miércoles de ceniza (Por Sara Rico) Este cuento ganó el Primer lugar en el concurso de cuento de la UPNFM, en el marco del día del estudiante, 2011

En una calurosa tarde de marzo leía el periódico sentada en una silla de mimbre. No había luz y apenas se escuchaba el murmullo de los pájaros a lo lejos. Pensaba nada más en la tibia mañana en que lo había visto por última vez despedirse de mí y contemplaba la noticia “Apuñalado encuentran a hombre de unos treinta y cinco años”. Mis párpados comenzaron a cerrarse en un inútil intento por mantenerme despierta y yo sólo pensaba en él; recordaba sus palabras golpeadas, su presencia horrorosa y toda su ira hacia mí manifestada aquel día en que no gritó nunca más. Cerré los ojos y me desvanecí en un instante; tuve en mis labios su beso efímero y mortal, me convertí en aire contaminado de ciudad y tuve la sensación de viajar por lugares inexistentes. Cuando desperté ya había pasado alrededor de media hora, tenía el periódico extendido sobre mis piernas y el cuerpo arqueado en la silla de mimbre. Y entonces lo vi. Parado ahí frente a mí. Su mirada era la misma de siempre, ojos negros endemoniados y semblante de enojo eterno, parecía que quería hablarme pero no podía hacerlo. Un hilo de terror y aire congelado recorrió mi cuerpo de pies a cabeza, sin embargo no me moví.

- ¿Qué hacés aquí? – le dije con voz lánguida y baja. Él sólo me miró con los ojos aguados y sin articular palabra alguna, yo tenía miedo, estaba aterrorizada pero decidí no demostrarlo.

- Andate de una vez, ya no tenés nada que hacer aquí, vos estás muerto…estás muerto. Por un momento creí verlo llorar, pero lo odié, lo odié tanto que volví a cerrar los ojos para hacerlo desaparecer. Cuando los abrí él se había ido. Se había ido de nuevo y esta vez quizás para siempre.

Me levanté hacia la cocina para lavarme la herida de la mano, todavía temblando. El corazón me brincaba como dispuesto a salirse de su cavidad y tenía un dolor de cabeza insoportable. Cuando vi hacia la ventana que daba al cerro era ya de noche, pero al menos la luz había regresado. Pensaba en qué haría de cenar mientras observaba la luna sobre el cielo oscuro y triste; estaba sola, pero estaba bien, porque él ya no estaría aquí, y no lo vería nunca más.

Sara Rico**

6 comentarios:

  1. !Felicidades Salazar!
    me dejaste atónita y confundida :).

    ( Luna)

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  2. tenemos, una excelente narradora como compañera, es un placer leer tu cuento, me dejó sorprendida y ... un poco confundida pero luego le entendí, "está bueno que lo haya hecho; era un maldito"... felicidades sarita, sigue adelante.

    abi.

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  3. Gracias compañeras por su todo su apoyo, que bueno que les haya gustado y que bueno que las haya confundido jeje.

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  4. Melissa Maradiaga2 de julio de 2011, 21:46

    Lograst tu objetivo, siiiii al principio quede en la luna.... Pero ya lo entendi... Bueno eso creo, jajajajajja..... Felicidadessss..... Exitos!!!

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  5. Felicidades Sara es un cuento muy bonito y sobre todo impactante... me encantó... seguí adelante porque sos una buena narradora... éxitos.

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  6. Felicidades Sara es un cuento muy bonito y sobre todo impactante... me encantó... seguí adelante porque sos una buena narradora... éxitos.

    (EVELYN RODRÍGUEZ...)

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